La práctica de RECOPE en monitoreo en línea de geoamenazas en sus instalaciones, es reconocida a nivel regional y está marcando la pauta en el uso de tecnología para la previsión de la posible afectación de los desastres, mediante el uso de los recursos de punta de los Sistemas de Información Geográfica (SIG).
Toda la experiencia de RECOPE quedó plasmada en el capítulo 9 de la “Guía Monitoreo e inspección en la gestión de integridad de ductos frente a la geoamenazas”, dado a conocer el pasado mes de agosto por la Asociación Regional de Empresas del Sector Petróleo, Gas y Biocombustibles en Latinoamérica y el Caribe (ARPEL).
Desde hace dos años, un grupo de profesionales de RECOPE forma parte del Equipo EPGEO (Proyectos de Geotecnia) de ARPEL, al cual se le encargó la confección de la Guía. Ahora están trabajando en una segunda guía.
«Se desarrolló una plataforma interactiva de trabajo que, alimentada con información de RECOPE, puso al alcance de todas las áreas de la empresa, principalmente las operativas, un acceso dinámico y directo a mapas e imágenes, desde cualquier dispositivo móvil como celulares, tabletas, GPS; todo en tiempo real, pues la información está en la nube»,explicó Marvin Calderón, líder y coordinador del proyecto.
La herramienta permite el registro de datos de campo y su almacenamiento inmediato en la nube de internet, los cuales pueden ser consultados y gestionados en tiempo real por los grupos de toma de decisiones.
El desarrollo estuvo a cargo de un equipo básico de trabajo conformado por Marvin Calderón, de la Dirección de Informática; y Giovanni Botazzi, de la Dirección de Ingeniería. Participaron además, en función de desarrolladores y como usuarios, colaboradores de Estudios Básicos, Mantenimiento, Ingeniería, Salud Ambiente y Seguridad, e Instrumentación, que la valoran la Guía como una ayuda sumamente importante para la ejecución de sus actividades, especialmente las de campo.
Un ejemplo del uso de esta herramienta está relacionado con la geomenaza por deslizamiento en la zona pacífica del país. Este deslizamiento amenaza un paso aéreo fluvial del poliducto; lo que obliga a realizar una inspección periódica del comportamiento del deslizamiento, mediante mediciones topográficas y geodésicas de puntos de control estratégicamente ubicados.