- Conflictos geopolíticos y sanciones a Rusia afectan la oferta del diésel a nivel internacional.
- Demanda de diésel y gasolinas en el hemisferio norte presionan los precios internacionales de los combustibles.
El precio de los combustibles volverá a moverse en direcciones opuestas en el próximo ajuste tarifario. Mientras el gas de cocina y la gasolina súper registrarían una rebaja, la gasolina regular y el diésel experimentarían aumentos. Así se desprende de los datos preliminares entregados por Recope este viernes 8 de agosto a la Aresep, tal como lo establece la metodología tarifaria.
Se estima una disminución de ₡162 en el precio del cilindro de gas de 25 libras, uno de los más utilizados en los hogares costarricenses, así como una rebaja de ₡1 en la gasolina súper. Por el contrario, se estima que la gasolina regular subirá ₡6 por litro y el diésel ₡7.
Con esto los precios quedarían de la siguiente manera:
– Gasolina súper: De ₡664 a ₡663.
– Gasolina regular: De ₡643 a ₡649.
– Diésel: De ₡557 a ₡564.
– Gas: De ₡7.284 a ₡7.122.
Las variaciones obedecen a factores que escapan completamente del control del país y que están determinados por el comportamiento internacional del mercado de hidrocarburos, el cual ha estado especialmente volátil durante las últimas semanas.
Verano, sanciones y conflictos geopolíticos elevan precios
La demanda mundial de diésel y otros destilados ha sido particularmente alta este verano en regiones clave como Europa, China, India y Estados Unidos. Esa presión se relaciona directamente con la temporada vacacional y el aumento del transporte tanto comercial como particular, lo cual ha elevado los precios de los combustibles más utilizados para estos fines.
A la vez, esta misma estacionalidad ha generado una reducción en el uso del gas para calefacción, un fenómeno típico durante los meses de altas temperaturas, lo que ha contribuido a la caída en el precio del gas.
“La situación del diésel ha sido más compleja. Aparte del aumento en la demanda, Estados Unidos ha acelerado su transición hacia combustibles más limpios, lo que implica producir diésel con menor contenido de azufre. Esta transformación ha elevado los costos de producción y distribución, lo cual termina reflejándose en los precios finales”, explicó Karla Montero, presidenta de Recope.
Asimismo, las recientes sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia han limitado la disponibilidad de diésel ruso en el mercado internacional. Esto ha generado un efecto dominó en los inventarios globales. En el caso específico de Estados Unidos, las existencias de diésel se mantienen por debajo del rango promedio de los últimos cinco años desde mayo y han caído a su nivel más bajo desde 1996 para esta época del año, según reportes internacionales.
La situación se complica aún más por los recientes ataques del gobierno de Irak contra yacimientos petroleros en la región kurda, lo que ha provocado una disminución en la oferta de crudo y una reducción de inventarios, presionando al alza los precios de los derivados como el diésel.
Ante estas fluctuaciones, Recope recuerda que solo recibe entre el 5% y 6% del precio final de cada litro de combustible vendido en el país.
“El margen que recibe Recope se utiliza para mantener en óptimas condiciones el sistema de almacenamiento, transporte y distribución, así como para la compra de los combustibles que el país necesita. Más del 90% del precio está determinado por factores externos”, destacó Montero.
El resto del precio lo determinan factores internacionales, impuestos estatales y otros componentes establecidos por ley, por lo que la empresa no tiene injerencia directa sobre las variaciones que se trasladan al consumidor.
