Actualmente existe una metodología de fijación de precios, que es sobre la cual se rige la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP); por medio de ésta, un equipo técnico revisa los precios cada segundo viernes de mes y los resultados rigen hasta cuatro o cinco semanas después de ser aprobadas por el ente regulador.
Esa metodología considera únicamente dos variables: la fluctuación del precio internacional y la paridad de colón respecto del dólar. Por ejemplo, en la última revisión de mes, que va a regir en junio, el tipo de cambio usado fue el del segundo jueves de mayo que estaba en ₡558 por dólar. En la fijación de abril el diferencial cambiario utilizado había sido de ₡550 por dólar, es decir, hay una variación de unos 8 colones en el dólar y, por lo tanto, este es el factor de mayor influencia en esta oportunidad, lo cual no está bajo el control de RECOPE.
La nueva jerarca de RECOPE, Ing. Sara Salazar, considera que evitar que los precios de la gasolina suban es muy difícil, porque los dos factores que definen el precio final, no se pueden controlar, especialmente la fluctuación del petróleo y sus derivados en el Mercado Petrolero Internacional, pero que si es importante revisar la metodología de ajuste.
«Un primer paso para mitigar el impacto, es definitivamente proceder a la revisión de la metodología de precios a fin de evitar que se acumulen los efectos finales al consumidor y el otro igualmente importante son las políticas y prácticas de ahorro, que tienen que venir de una estrategia nacional y de acciones específicas por parte de la sociedad civil. Esto porque nosotros estamos en el grupo de países tomadores del precio internacional y mientras mantengamos la dependencia del petróleo, no solo Costa Rica sino el mundo entero, estará sujeto a las políticas que fijen los países productores» indicó.