El Dr. Franklin Chang Díaz presidente de Ad Astra y el Lic. Litleton Bolton presidente de RECOPE, resaltaron ante miembros de la prensa el avance logrado en las investigaciones sobre el manejo de un sistema de producción y almacenamiento de hidrógeno a altas presiones, el cual ha abierto un abanico de posibilidades para el uso de este elemento químico, como una fuente de combustible alternativo.
El cierre de la etapa B, se realizó este jueves 12 de diciembre en las instalaciones de la empresa Ad Astra Rocket, ubicada en Liberia, con la entrega formal del «Sistema experimental para la producción, la compresión y almacenamiento gaseoso a una presión mínima de 700 bares, de múltiples usos», cuyas características y resultados son fundamentales para la introducción de este combustible en el sistema de transporte público costarricense, como una de sus posibles aplicaciones.
Para lograr este resultado, RECOPE unió esfuerzos (recursos humanos y financieros) de investigación y aplicación de fuentes de energías renovables con Ad Astra Rocket, mediante un convenio de cooperación y alianza, para el cumplimiento Carbono Neutralidad y al Plan Nacional de Energía, el cual impulsa la incorporación de nuevas tecnologías y fuentes de energía renovables y limpias a la matriz energética nacional.
En la actividad, en la que participaron miembros de la Junta Directiva de RECOPE, encabezados por el ministro rector, Dr. René Castro, así como los representantes de Ad Astra, y el personal técnico de ambas empresas a cargo del desarrollo, también se firmó una carta de intención, en la que las partes se comprometen a dar continuidad a los esfuerzos de investigación, en una siguiente etapa más avanzada.
Con las dos primeras fases concluídas, se logró el diseño de un proyecto que para Recope y Ad Astra «ahora es tangible«, ya que permite poner en perspectiva todas las alternativas para el uso del hidrogeno. Según explicó el Dr. Franklin Chang, «Hay varias formas de usar el hidrógeno, una es en un tanque intermedio para alimentar una celda electroquímica y se tiene contacto con una empresa en EE.UU. que manufactura celdas de combustible (“fuell cells”), para traer al menos una y adaptarla a la planta experimental de hidrógeno; con esto se puede alimentar a la red o baterías de carro» .
Otra opción citada al cierre de la fase B de la investigación, es utilizar el hidrógeno puro que se tiene almacenado en los tanques de alta presión, con un dispensador de hidrógeno y alimentar automóviles diseñados para su uso. Estos vehículos tendrían celdas de combustible (“fuell cells”) para funcionar a base de hidrógeno.
Para el Lic. Litleton Bolton estas y otras opciones tendrán que ser analizadas en las etapas siguientes, ya que esta inversión «plantea un abanico de posibilidades de suma importancia, que hacen posible aprovechar esta fuente de energía, que es más amigable para el ambiente, lo que nos lleva a adoptar una visión diferente como país».
El trabajo se inició luego se que se firmó un convenio conjunto en el año 2011. En el primer año se identificó la compresión del hidrógeno como el primer eslabón en una cadena de hitos tecnológicos necesarios para la introducción de este combustible alternativo en el país, y la segunda fase se continuó hasta completar el diseño, la implementación y la puesta en marcha de este sistema experimental de producción y almacenamiento de hidrógeno a altas presiones, para la aplicación en vehículos de transporte público. El aporte de RECOPE para esta investigación en la fase B fue de US$1,4 millones.