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Diciembre 07, 2018

Publicado el día 07/12/2018

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Wall Street Journal

EE.UU. exportó más petróleo del que importó por primera vez en 75 años

Estados Unidos se convirtió en un exportador neto de petróleo la semana pasada, poniendo fin a 75 años de dependencia continua del petróleo importado, informa Blomberg. Es decir, el país norteamericano vendió diariamente 211.000 barriles de petróleo y productos derivados del petróleo más de lo que importaron.La transición a las exportaciones netas fue provocada por un auge sin precedentes en la producción petrolera estadounidense, y marca un momento crucial hacia lo que el presidente del país, Donald Trump , calificó como «independencia energética». Estados Unidos experimenta una segunda revolución de esquisto y en la primavera de 2019 promete batir un nuevo récord de producción, alcanzando los 12 millones de barriles de petróleo al día.»Nos estamos convirtiendo en la potencia energética dominante en el mundo. Pero debido a que el cambio es gradual con el tiempo, no creo que vaya a causar una gran revolución, pero sí hay que pensar que la OPEP tendrá que tenerlo en cuenta cuando piensen en cortar [la producción]», dijo Michael Lynch, presidente de Strategic Energy & Economic Research.  Dada la continua volatilidad en los mercados de productos básicos, Bloomberg predice que en el futuro Estados Unidos seguirá comprando un poco más de petróleo del que venderá. En 2018, las importaciones superaron a las exportaciones en 3 millones de barriles por día de promedio. En comparación, en 2005 esta cifra alcanzó su punto máximo, de más de 12 millones de barriles por día, según la Administración de Información de Energía de EE.UU.

 

https://actualidad.rt.com/actualidad/298238-eeuu-exportar-petroleo-importar

 

 

El futuro del petróleo, en manos de Rusia

Frente a la tendencia bajista del crudo de las últimas semanas, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) quiere recortar su producción en un millón de barriles al día. Una decisión que se ha quedado en el limbo tras el fracaso de las conversaciones entre los miembros del cártel que tuvieron lugar este jueves en Viena (Austria).No hay consenso entre los países de la organización, que necesitan saber cuál será la postura de Rusia en esta cuestión. Es por esto que este viernes la OPEP vuelve a reunirse, pero esta vez con productores de petróleo que no forman parte del cártel, como el país que dirige Vladimir Putin.+La atención que prestan los miembros del cártel a Rusia se debe a que es el mayor productor de crudo del grupo OPEP+, como se conoce a la alianza entre el cártel y sus supuestos rivales. Si bien exportadores de Oriente Medio necesitan altos ingresos del petróleo para cubrir sus gastos gubernamentales, la prioridades de Rusia son diferentes. El país de los Urales tiene un superávit presupuestario y se beneficia de un rublo débil, que mitiga el impacto de unos precios más bajos del crudo en dólares. El Gobierno ruso está preocupado por el impacto de los precios más altos en los consumidores, lo que alimentaría el descontento con su política económica, según un representante del Kremlin.

 

 

https://www.lavanguardia.com/economia/20181207/453404015075/encuentro-opep-futuro-petroleo-decision-rusia.html

El petróleo se desploma tras la falta de acuerdo para recortar la producción

Imagen que muestra barriles de petróleo

No hubo acuerdo. Los países que forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados no fueron capaces de pactar el volumen del recorte de la producción de crudo en la reunión que durante seis horas mantuvieron ayer en Viena. De este encuentro se esperaban decisiones claras que forzaran una nueva subida de precios en los mercados internacionales, ahora en caída libre.La consecuencia inmediata de la falta de entendimiento fue el desplome de los precios del crudo, en descenso desde el pasado lunes. El barril de Brent, de referencia en Europa, cayó ayer un 2,54% hasta los 60,12 dólares, aunque llegó a ceder durante el día más del 5% para tocar un mínimo intradía de 58,36 dólares. Desde octubre el retroceso ha sido superior al 30%.Las dudas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en la 175 conferencia ministerial de ayer ya se habían despertado al inicio de la cumbre después de que el ministro de Energía de Arabia Saudí, Khalid al-Falih, afirmara que estaría satisfecho con una disminución de apenas 1 millón de barriles. «Queremos que sea un recorte suficiente pero no excesivo» y que se distribuya entre los socios de la OPEP de forma equilibrada», aseguró.El posicionamiento de Arabia Saudí es delicado teniendo en cuenta que un día antes de que se celebrara la cumbre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no dudó en utilizar su cuenta de Twitter para avisar de que no quiere un petróleo barato: «El mundo ni quiere ni necesita» un aumento de los precios del petróleo, aseveró. El presidente estadounidense también tuvo su contestación: «Washington no está en posición de decirnos lo que debemos hacer. No necesito el permiso de nadie para disminuir» la producción, señaló el ministro saudí.Tras el fracaso negociador, Moscú tiene ahora en sus manos la llave para la recuperación de los precios del crudo. Hoy los miembros del cártel mantendrán un nuevo encuentro con sus aliados en busca del consenso que frene la escalada de caídas del petróleo. El mercado confía en que los principales productores de petróleo terminen pactando una alza de la producción en 1 millón de barriles diarios. Rusia no forma parte de la OPEP, pero es uno de los principales productores del mundo, por lo que su colaboración facilitaría cualquier decisión sobre la oferta de crudo. De hecho, su concurso fue fundamental para el acuerdo sobre el recorte del suministro en 2016.El ministro de la Energía ruso, Alexander Novak, que está citado al encuentro de hoy en Viena, señaló ayer desde San Petersburgo que su país seguía «la situación y la evaluación real del mercado». Pero recordó que en pleno invierno, las «condiciones climáticas» rusas hacían «mucho más difícil reducir (la producción) que para otros países».Las cábalas del mercado apuntaban a un recorte de entre uno y 1,4 millones de barriles diarios, en función de la aportación rusa. Si Putin accede a recortar en 250.000 barriles, la OPEP podrá reducir producción en 1,3 millones, apuntaba un delegado, informa Reuters. El punto medio entre Arabia Saudí y Rusia deberá encontrarse hoy; de lo contrario, todo apunta a que los precios seguirán cayendo.

 

https://www.abc.es/internacional/abci-opep-cierra-reunion-sin-acuerdo-y-queda-pendiente-aliados-201812061729_noticia.html

 

Trump acelera la extracción de petróleo de Alaska antes de 2020

La política energética de EE.UU. bajo las dos presidencias de Barack Obama se articuló en dos ejes: la consecución de la llamada «independencia energética», es decir, que el país no dependa de importaciones de fuentes de energía; y los progresos hacia una economía con menor dependencia del carbono según los compromisos adquiridos en el Acuerdo de País sobre cambio climático. La llegada de Donald Trump al poder, hace dos años, supuso un vuelco a esta política. Para empezar, la «independencia energética», que EE.UU. (sobre todo gracias al «boom» en la prospección de gas natural) está cada año más cerca de alcanzarse y ya no es un objetivo suficiente. En junio del año pasado, Trump colocó como meta la «dominación energética global», es decir, impulsar todavía más las industrias del sector y avanzar como exportador de petróleo y gas. Este año, las predicciones de la Administración de Información sobre Energía de EE.UU. apuntan a que el país será el mayor productor de crudo del mundo, por encima de anteriores líderes como Arabia Saudí y Rusia. La última vez que EE.UU. ostentó esa corona fue en 1973.Parte de esa carrera hacia la «dominación energética» tiene que ver con el desmantelamiento de las regulaciones medioambientales impuestas por la Administración Obama en el pasado. Este año, Trump anunció la salida de EE.UU. del Acuerdo de París, un asunto que le ha enfrentado a la mayoría de sus socios occidentales.Una de las grandes batallas de esta «dominación energética» se centra en Alaska. Es un territorio gigante, el mayor estado del país que aúna dos elementos: una tremenda riqueza energética (es el cuarto estado en producción combinada de petróleo y gas) y un valor medioambiental incalculable. El estado, y, de forma específica, la costa Norte sobre el mar Ártico son los protagonistas han sido desde hace décadas un asunto de disputa entre partidos políticos, la industria energética y las organizaciones medioambientales.En octubre, la Administración Trump dio luz verde a la empresa Hilcorp Energy para que construya una isla artificial sobre el mar de Beaufort, que se usará para extraer petróleo. Se trata de la primera aprobación para la extracción de crudo en aguas federales del Ártico (hasta ahora, se han construido cuatro islas de este tipo en Alaska, pero en aguas pertenecientes al estado). La explotación estará sujeta a protecciones medioambientales, como limitar la prospección a las épocas en las que el océano esté cubierto de una capa de hielo, para no entorpecer el paso de ballenas y la labor de los cazadores locales que subsisten de ellas. «El desarrollo responsable de nuestros recursos, especialmente en Alaska, nos permitirá usar nuestra energía de forma diplomática para ayudar a nuestros aliados y controlar a nuestros adversarios», aseguró el secretario de Interior, Ryan Zinke, en medio de los crecientes esfuerzos de Rusia, China y otros países por controlar el Ártico. «Esto hace a EE.UU. más fuerte y más influyente en todo el mundo», añadió Zinke, uno de los grandes impulsores del desarrollo energético en Canadá.Poco después, en noviembre, el mismo departamento de Interior anunció los planes de la Administración Trump para ampliar el territorio abierto a prospecciones en la llamada Reserva Nacional de Petróleo, un área de casi 90.000 kilómetros cuadrados (mayor que Andalucía). El Gobierno de Obama había decretado que la mitad de ese territorio estuviera fuera del alcance de las perforadoras, lo que la industria, y ahora la Administración Trump, ha considerado como muy restrictivo. Las principales fricciones están en torno al lago Teshekpuk, que para los geólogos tiene mucho potencial petrolífero, mientras que para los ecologistas es un hábitat clave para los rebaños de caribús y para la reproducción de varias aves.Ahora, la Administración Trump está acelerando los trámites y tomando atajos administrativos para explotar otra zona protegida de esta costa, según explica «The New York Times» en un reciente artículo. Se trata de una franja de territorio sobre la bahía de Prudhoe, dentro del llamado Refugio Natural Nacional del Ártico. Bajo la tierra de esta tundra inhóspita, tomada por el musgo y los arbustos, cubierta de nieve y hielo buena parte del año, se esconde la que se considera la mayor reserva costera de petróleo de América del Norte.

 

https://www.abc.es/sociedad/abci-trump-acelera-extraccion-petroleo-alaska-antes-2020-201812070257_noticia.html

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