Aunque la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada en noviembre del 2021, contó con un número record de 135 países que adquirieron el compromiso de lograr un nivel cero neto de emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050, lo cierto es que el cambio global del sistema energético hacia energías renovables no está sucediendo, pues en una década sólo han crecido un 1%.
Así lo concluye el Informe sobre la Situación Global de las Energías Renovables 2022, (Global Status Report (GSR) de REN21) que cada año examina el avance de las energías renovables a nivel mundial, y agrega que la situación hace “improbable” que el mundo llegue a cumplir los objetivos climáticos fundamentales durante esta década.
Desde la segunda mitad del 2021 inició en el plano mundial “la mayor crisis energética de la historia moderna, exacerbada por la invasión a Ucrania por parte de Rusia a principios del 2022; esto ha limitado el suministro de materias primas y ha marcado el fin de la era de los combustibles fósiles baratos, registrando la mayor escalada de precios de la energía desde la crisis del petróleo de 1973.
La situación ha sacudido a más de 136 países que dependen de las importaciones de combustibles fósiles.
Paralelamente, el fuerte repunte económico –con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) mundial de 5,9%– ha provocado un aumento de 4% del consumo final de energía a nivel mundial.
En medio de la crisis de suministro y el incremento de demanda, muchos países europeos vuelven sus ojos de nuevo a los combustibles fósiles y a quemar más carbón, aún cuando por primera vez en la historia de las cumbres climáticas de la ONU, la declaración oficial de la CoP26 mencionó la necesidad de reducir el uso del carbón y de los derivados del petróleo.
Entre el 2018 y el 2020, los gobiernos destinaron una impresionante cantidad de dinero -18 billones de dólares (7% del PIB mundial en 2020)- a subsidios a combustibles fósiles, en algunos casos mientras reducían el apoyo a las energías renovables (como en la India).
Si bien algunos países, como el Reino Unido, han anunciado nuevos impuestos a las grandes empresas energéticas, la mayoría de los países -denuncia REN- han promulgado al mismo tiempo nuevos subsidios a los combustibles fósiles: “las industrias del carbón, petróleo y gas natural son las principales beneficiarias de las respuestas de los gobiernos a la crisis energética, ganando a la vez ingresos e influencia”.
Costa Rica en pausa
En Costa Rica están en pausa los proyectos encaminados hacia el desarrollo de energías como el hidrógeno verde o los biocombustibles, mientras la ley faculta la continuidad de algunas iniciativas.
Para el nuevo presidente de RECOPE, Juan Manuel Quesada, por ahora el principal objetivo es hacer más eficiente a la entidad para que los precios de los hidrocarburos sean accesibles y se busque la menor afectación a los sectores más vulnerables.
“Si en el mediano plazo las decisiones legales le confieren a RECOPE la responsabilidad de moverse hacia energías alternativas, -dice el jerarca- se tendrá la capacidad, pues esta es una empresa técnicamente fuerte para entrar en esas discusiones y determinar cuál es la estrategia país que genere mayor beneficio”, señaló.
NOTICIAS RELEVANTES DE LA SEMANA
El uso de combustible se ha recuperado de la caída inducida por la pandemia de 2020 y se espera que este año supere los niveles de 2019 , incluso cuando los precios alcanzan niveles récord. Pero los altos precios han afectado las proyecciones de crecimiento para 2022 y alimentado las expectativas de un crecimiento más lento en 2023, según delegados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Las estimaciones de la AIE sugieren pocas perspectivas de alivio para los hogares debido a los altos precios de la energía. El crudo ha subido más de 50% este año para cotizar cerca de US$120 por barril en Londres, ya que los suministros no logran satisfacer el repunte en la demanda de combustible posterior a la pandemia. La inflación desenfrenada está golpeando la economía global, aumentando las expectativas de fuertes alzas en las tasas de interés y una posible recesión.
El 23 de junio será la reunión de secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, con los ejecutivos de las refinerías, luego de que el presidente Joe Biden, presionado por los elevados precios de la gasolina, ha exigido a las empresas de refinamiento de petróleo que expliquen por qué no ponen más combustible en el mercado mientras obtienen beneficios inesperados.
En los últimos meses, las empresas estadounidenses que comercializan materias primas han enviado más gasolina y diésel a América Latina y otros mercados extranjeros. También más gas natural licuado, o GNL, a Europa tras la invasión rusa de Ucrania. Esto está agotando aún más los inventarios, lo que ha contribuido a elevar los precios de la gasolina a un récord de 5 dólares por galón y el gas natural, alcanza este mes los niveles más altos en más de una década.
