La Ley 7356 (Agosto 1993), definió sus actividades en su artículo 1, que son: “la importación, refinación y distribución al mayoreo de petróleo crudo y sus derivados, que comprenden combustibles, asfaltos y naftas, para satisfacer la demanda nacional, bajo la administración del Estado».
La gestión de compra siempre ha incluido la importación de hidrocarburos como materia prima o producto terminado, para los cual RECOPE acude al mercado internacional buscando las mejores opciones de costo y calidad, para ofrecerle al consumidor nacional productos que cumplan los más altos estándares.
Los productos, una vez recibidos en el muelle se disponen en los tanques y, en algunos casos, pasan por procesos necesarios para su formulación que incluyen mezclas, odorización o coloración, entre otros. Estas labores las realiza el área de producción ubicada en Moín, y permite que cada combustible puesto a la venta responda adecuadamente a las normas vigentes en el país, las cuales superan las establecidas en los Reglamentos Técnicos Centroamericanos.
Desde Limón inicia el bombeo de los combustibles como gasolina, diésel, keroseno y los combustibles de aviación, por medio del sistema del Poliducto que comprende la tubería que recorre 533 kilómetros más cinco estaciones de bombeo, hacia los distintos planteles. También se distribuye el Gas Licuado de Petróleo (GLP), búnker, asfalto e IFOS.
En cada terminal distribución se mantiene un almacenamiento estratégico y disponen de Laboratorios de Control de Calidad, donde se lleva a cabo la verificación de las especificaciones para la posterior comercialización a granel de los distintos combustibles de mayor consumo.
El plantel El Alto dispone de un planta para producción de emulsiones asfálticas y se mantienen operaciones de almacenamiento y venta de combustibles de aviación en los diferentes aeropuertos del país; de esta manera, se asegura la disponibilidad de los distintos combustibles en todo el territorio, a un precio único.
