Petróleo a 38,11 dólares el barril
LONDRES, (Reuters). Los precios del crudo subían levemente el jueves, después de que los inventarios de productos del petróleo en Estados Unidos disminuyeron, lo que dio argumentos a quienes apuestan a un alza de su valor de cara a una reunión entre productores de la OPEP y sus aliados para discutir su futura estrategia de producción. Los futuros del crudo Brent ganaban 34 centavos a 41,05 dólares por barril a las 1144 GMT, mientras que los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos avanzaban 15 centavos a 38,11 dólares por barril.
El doble shock provocado por el desplome del precio del petróleo y la pandemia de coronavirus ha dejado en una situación precaria a segmentos enteros del sector energético
El doble shock provocado por el desplome del precio del petróleo y la pandemia de coronavirus ha dejado en una situación precaria a segmentos enteros del sector energético. Ahora que muchas partes del mundo empiezan a flexibilizar las medidas de confinamiento, Robin Wehbé, gestor de carteras senior en Mellon (parte de BNY Mellon IM), sopesa las perspectivas del sector petrolero a nivel mundial. En lo que va de año, lo que comenzó como una disputa entre los productores de petróleo saudíes y rusos ha evolucionado hasta llevar al mercado a marcar una serie de hitos negativos en uno de los periodos más turbulentos de su historia. Uno de estos hitos se dio en abril cuando, por primera vez, los precios del petróleo cotizaron en negativo, mientras que las restricciones de viaje impuestas como consecuencia de la pandemia provocaron la mayor caída de la demanda de petróleo en 25 años. Ante la creciente volatilidad del mercado, el experto en energía Daniel Yergin, ganador del premio Pulitzer y vicepresidente de la firma de análisis IHS Markit, declaró que los contratos de compra de crudo estadounidense con entrega en mayo vencerían «no con un sollozo, sino con un grito visceral». Pero los productores de petróleo y las refinerías no han sido los únicos perjudicados. Los daños colaterales en los mercados financieros mundiales hicieron que la deuda de alto rendimiento (high yield) se desplomase en marzo, cuando los inversores huyeron de este mercado ante la posibilidad de que aumentasen los impagos y las quiebras. Aunque el high yield ha dado signos de recuperación últimamente, sigue habiendo señales negativas en el horizonte. Unos 13.000 millones de dólares en bonos high yield del sector energético que cotizan en el índice ICE BofAML High Yield vencen a finales de 2021 y a muchos inversores les preocupan las perspectivas del sector. Incluso antes de la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí, el sector petrolero se estaba viendo cada vez más presionado por los gobiernos, los grupos ecologistas y los consumidores de energía para abandonar la producción de petróleo a favor de fuentes de energía renovable más sostenibles. Para Robin Wehbé el sector petrolero se enfrenta a un número creciente de retos en el mercado actual, algunos tan fundamentales como mantener la infraestructura básica y el suministro. «El petróleo es particularmente sensible a condiciones de mercado como las que hemos vivido recientemente. Aunque las fluctuaciones en la oferta y la demanda son normales, no hay nada de normal en la situación actual de la demanda.
Esto se relaciona con ciertas aspectos específicos del suministro. Debido a la geología y a otros factores, no es fácil parar la producción de petróleo y reanudarla más tarde. Si se cierra el suministro demasiado rápido, es posible que, literalmente, no vuelva a salir». Según Wehbé, el sector petrolero ha sido capaz de sobrevivir a varias recesiones y aumentos de la demanda desde sus comienzos. Es normal que las economías se expandan y desarrollen sus industrias e infraestructuras en ciertos momentos, explica, mientras que otras veces entrarán en recesión y la demanda de petróleo se debilitará. Sin embargo, le preocupa la magnitud de las presiones a las que se enfrenta el sector en la actualidad. «Esta vez parece diferente y el desplome de la demanda prácticamente no tiene parangón. Cuando se supere esta situación de mercado, habrá que preguntarse cómo podemos ajustar la oferta a esta menor demanda y si la demanda volverá alguna vez a los niveles previos«. Aunque nadie puede predecir las consecuencias exactas de la actual pandemia de COVID-19, la flexibilización de las medidas de confinamiento ofrece cierta esperanza de recuperación para el mercado. Wehbé anticipa una recuperación gradual, pero añade que dependerá en gran medida de la propagación del virus y de si los científicos tienen éxito en el desarrollo de una vacuna. «En los próximos 9 a 12 meses, la demanda de petróleo se adaptará a la nueva normalidad, a medida que la gente vuelva al trabajo y las empresas reanuden su actividad. Es probable que dentro de un año sepamos cómo serán las cosas en el futuro, y puede que para entonces ya tengamos una vacuna. Lo que no sabemos es si la demanda en la nueva normalidad será mayor o menor que en la vieja normalidad«. En cualquier caso, Wehbé anticipa que, en los próximos meses, los inversores serán especialmente rigurosos cuando examinen los flujos de caja y la solidez de los balances de las empresas petroleras en las que inviertan. La nueva normalidad también puede obligar a los inversores a tener en cuenta otros factores a la hora de evaluar las dinámicas de oferta y demanda en áreas como la industria de la aviación, añade el gestor.
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Egipto descubre yacimiento petrolífero en Golfo de Suez
El Cairo, (Prensa Latina) Egipto descubrió hoy otro yacimiento de petróleo en la parte sur del Golfo de Suez, el cual según estimados podría garantizar una producción inicial de dos mil barriles de crudo por día, informó esa cartera. El hallazgo indica que hay mayores recursos a la espera de ser localizados y explotados, puntualizó un comunicado de ese sector. En dichas faenas participaron Petrogulf Misr, que supervisa la operación en nombre de la Autoridad General del Petróleo de Egipto, de conjunto con otros dos socios (Pico y Kufpec). Egipto que apuesta a las alianzas con corporaciones internacionales para impulsar dicha industria, realizó sucesivos descubrimientos de depósitos petrolíferos así como de gas natural durante los últimos años, entre ellos uno localizado en el Mediterráneo con la participación de la italiana Eni, considerado el mayor de su tipo en esa área marina. El país árabe busca incrementar la producción de petróleo mediante la explotación de nuevos yacimientos y el aumento del rendimiento con la ayuda de esas asociaciones, confirmó recientemente el ministro de la cartera, Tariq Al Mula. A fin de conseguir tal propósito es necesario mejorar la eficacia productiva además de aprovechar las oportunidades de zonas como el desierto occidental, una de las áreas más prominentes para ese ámbito donde resta mucho por explorar, explicó el funcionario con anterioridad en un encuentro con representantes de la compañía estadounidense Apache. Particularmente tal región -agregó- puede resultar muy atractiva para los inversionistas pues no descartamos que podamos encontrar allí otros reservorios. De acuerdo con Al Mula la intención es elevar la producción de crudo, su principal rubro exportable seguido por los minerales, hasta los 700 mil barriles diarios. La idea es atraer inversionistas para impulsar dicha industria, considerada la columna vertebral de nuestro desarrollo económico, añadió.
Brasileña Petrobras inicia venta de unidad de procesamiento de gas y campos asociados
La petrolera estatal brasileña, Petrobras, informó al mercado que inició el proceso de venta de siete campos y una unidad de procesamiento de gas natural en el estado de Alagoas. Los campos terrestres Anambé, Arapaçu, Cidade de São Miguel dos Campos, Furado, Paru, Pilar y São Miguel dos Campos se suman el área Paru, de aguas someras. En conjunto, los campos aportaron en 2019 un promedio de 2.348b/d de crudo y 856.000m3/d. La unidad de procesamiento de gas de Alagoas tiene capacidad para 2 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d). Las ventas forman parte del plan de desinversión de US$20.000mn-30.000mn de Petrobras. Hasta principios de este año, las 14 unidades de procesamiento de gas que operan en Brasil eran de propiedad de la estatal, que compra todo el gas producido en el país a otros operadores y lo procesa antes de su venta a distribuidoras. Como parte de un acuerdo con el regulador de competencia CADE para abrir el mercado del gas, la petrolera estatal comenzó a contactar empresas privadas eventualmente interesadas en compartir la capacidad de sus unidades de procesamiento. Brasil tiene en operación solo una unidad privada de procesamiento de gas en un proyecto desarrollado por la canadiense Alvopetro en la cuenca Recôncavo, en el estado de Bahía. La autorización para la puesta en marcha de la unidad fue emitida en abril de este año.
