Al ubicarnos en el panorama internacional y visualizar el comportamiento de la producción y consumo de petróleo, podemos ver que la principal fuente de producción mundial de este producto se encuentra principalmente en el Medio Oriente, que aporta el 32,5% del crudo aunque sólo consume el 9,1%, siendo, esta una de las zonas más conflictivas del planeta.
Otros grandes proveedores se localizan en Europa y los países de Euro Asia, los cuales aportan el 20,3% de la producción con un consumo del 21,3%. Les siguen Norteamérica con un 17,5% de producción, aunque consume el 24,6%. África aporta el 10,9% en producción y consume un 4,1% mientras Latinoamérica produce un 9,2% y consume el 7,3%. En el caso de Asia Pacífico, que incluye a China y la India, consume el 36,6% y produce el 9,66%. A partir de esta información estadística que aporta British Petroleum, con datos del 2012, se constata que existe un desbalance importante entre producción y consumo mundial.
Asimismo, los principales productores del mundo son Arabia Saudita con un 13,3% , Rusia con un 12,8% y Estados Unidos con un 9,6%. Los mayores consumidores son Estados Unidos con un 19,8% y China con 11,7%, que ha venido aumentando su participación en el consumo mundial de petróleo en los últimos años, pero que son dependientes porque su producción no es suficiente para autoconsumo.
En cuanto a la producción mundial, durante el 2012 un 43,2% lo aportaron los miembros de la OPEP que es la Organización de Países Exportadores de Petróleo, y de estos, un 32,5% provenía del Medio Oriente.
En cuanto a la matriz energética, el petróleo sigue siendo, en el plano mundial, la fuerte de energía más importante con un 33,09% , le sigue el carbón con el 29,9% y en el tercer lugar está el gas natural con 23,94%; pero, en el ámbito latinoamericano hay algunas variaciones, por ejemplo aquí la energía hidroeléctrica tiene una participación del 24,91%, aunque a nivel mundial representa apenas un 6,67%; además, desde el punto de vista del consumo de derivados del petróleo, América Latina consume el 45,42%. En otras palabras, el patrón de consumo de Latinoamérica es completamente diferente al resto del mundo, siendo el petróleo, la hidrología y el gas, los protagonistas de la matriz energética.
Al ser el petróleo la fuente de energía más importante en el Mundo y en Latinoamérica, es importante analizar la evolución que han tenido las reservas mundiales probadas desde 1980 hasta el 2010. Para 1980 se pensaba que las reservas que se habían probado iban a alcanzar para 30 años; en el 2010, cuando se cumplieron estos treinta años, las reservas fueron estimadas para 47 años más, eso significa que en ese periodo se sumaron nuevos yacimientos y se aprobaron nuevas reservas.
Las probadas se concentran en países como Estados Unidos, Venezuela, Libia, Nigeria, Irak, Kuwait, los Emiratos Árabes y Arabia Saudita; este último con el mayor número de reservas probadas en este momento.
Para ese periodo, el consumo mundial se ha incrementado en 67 millones de barriles diarios, y se estima que sólo un 10% de este será sustituido por los biocombustibles para el 2030.
A estos datos se debe sumar la capacidad de refinación, porque no es lo mismo tener petróleo que poder convertirlo en los productos de mayor consumo. Hay países que tienen petróleo pero no refinerías, así que lo que hacen es exportarlo. En el 2012 la capacidad de refinación estaba concentrada en Asia Pacífico, que es la que tiene la mayor capacidad de refinación con 32, 6 millones de barriles por día; y es así, porque China y la India han incrementado en forma sustancial su consumo a una tasa de crecimiento del 7% anual, la cual se mantiene. Ambos países han invertido en refinerías, principalmente para autoconsumo. 
Después están Europa y Euro Asia con 25,8% de la capacidad mundial de refinación, Norteamérica con 22,8%, Medio Oriente con 8,9%. Como país, Estados Unidos es el que suma la mayor capacidad de refinación pues representa el 18,8%.
¿Cuál es el comportamiento general a nivel de precios?
La evolución histórica del precio del crudo ha estado marcada por las diferentes crisis a nivel mundial, que es cuando los precios suben en forma significativa. Entre los eventos que más han repercutido, están los eventos geopolíticos y conflictos que se dan en la mayor zona productora, como fue por ejemplo la invasión de Irak a Kuwait, luego está el ataque contra las Torres Gemelas del 2001 en Estados Unidos, principal potencia mundial; un año antes, en el 2002, fue importante la huelga en PDVSA (Venezuela) que provocó su salida del mercado por 3 o 4 meses, siendo Venezuela en ese momento el 4to productor de petróleo del mundo y principal proveedor de Estados Unidos. A esto siguió la invasión de Irak, miembro de la OPEP, por parte de Estados Unidos y los aliados; muy importante además recordar, entre el 2004 y 2008 la «burbuja de precios» y del 2008 al 2013 la crisis económica y el secuestro fiscal en EE.UU. y la recesión en la Unión Europea así como la sanción a Irán por el programa de enriquecimiento de uranio.
Todas esas situaciones y señales en zonas productoras y de potencias mundiales que consumen mucho petróleo, demuestran una inestabilidad, que se traslada también al comportamiento del mercado internacional y por ende a los precios. Puede ser que no estén en crisis los productores, pero si los que consumen, y todo eso afecta y provoca un desbalance en los precios internacionales.
¿Qué significó todo esto para Costa Rica?
En el 2000 el total de importaciones de Costa Rica fue de 14 mil barriles, cuando Venezuela era nuestro principal proveedor de diésel, Jet y crudo para la refinería; las gasolinas se traían de Europa a donde estaban más baratas aún con el flete; ese era nuestro panorama de suministro.
Ante las fluctuaciones de precios, el sistema de compras de RECOPE le permitió al país mantener seguridad de abastecimiento, pese a que los eventos citados propiciaban una constante fluctuación del precio; incluyendo casos excepcionales como cuando PDVSA, en diciembre del 2002, salió del mercado declarando fuerza mayor y nos quedamos sin proveedores. A raíz de esto RECOPE inició la formulación de contratos anuales para seguridad de abastecimiento y también logró una mayor flexibilidad de los potenciales proveedores al programar sus ventas. Ya para el 2013 el cambio en el patrón de suministro llevó a que Estados Unidos se colocara, y así se mantiene, como el principal suplidor de combustibles terminados; en general, el registro de proveedores en una década cambió radicalmente, principalmente porque con el cambio de gobierno en Venezuela a partir del 2003, ese país empezó a destinar su producción, dando prioridad, a gobiernos amigos o aliados por medio de Petrocaribe y a RECOPE se le hizo más difícil establecer contratos de compra con ellos. Hoy este tema se retoma y está en estudio.
