- Sanciones a Irán, caída de suministros rusos, presiones de la OPEP+ y limitaciones en la refinación encarecen el crudo y explican el alza en gasolinas.
- Los precios estarían más bajos que hace un año.
El próximo ajuste en los precios de los combustibles traerían un panorama mixto para los consumidores, mientras el diésel y el gas de cocina tendrían rebajas que alivian el presupuesto de muchos hogares, las gasolinas experimentarían un aumento.
Recope entregó este viernes 12 de setiembre la información a la Aresep, cumpliendo con la metodología establecida para la fijación de precios.
Según los datos preliminares, los precios quedaría de la siguiente manera:
- Gasolina súper: De ₡663 a ₡678 por litro (+₡15)
- Gasolina regular: De ₡649 a ₡662 por litro (+₡13)
- Diésel: De ₡564 a ₡551 por litro (-₡13)
- Cilindro de gas de 25 libras: De ₡7.114 a ₡7.036 (-₡78)
Las alzas obedecen a una compleja combinación de factores internacionales, entre ellos:
- Las sanciones impuestas por Estados Unidos, las cuales reducen los ingresos petroleros de Irán.
- La caída de los suministros rusos en medio del conflicto con Ucrania, que han presionado al alza el precio del crudo. A esto se suman los intentos fallidos de negociar un alto al fuego en la región, que mantuvieron la tensión en los mercados.
- El aumento de los índices de referencia del crudo, la limitada capacidad de refinación y la inestabilidad geopolítica contrarrestaron la acumulación temporal de existencias.
- Aunque los inventarios de gasolina en Estados Unidos repuntaron a inicios de setiembre tras siete semanas consecutivas de descensos, la escasez de refinación y la firme demanda estacional redujeron ese alivio.
- Además, la producción de la OPEP+ creció solo de forma modesta, lo cual se interpretó como una señal de que la oferta continuará restringida.
Pese a este panorama, los precios son más bajos que hace un año, ya que la gasolina súper estaría un 3,14% más barata que en octubre del 2024, la regular costaría un 0,74% menos, el diésel llegaría a estar un 2,47% más cómodo y el gas de cocina saldría un 3,08% más económico.
Recope solo recibe entre el 5% y el 6% del precio final de cada litro de combustible vendido en el país. Ese margen se utiliza para mantener en óptimas condiciones el sistema de almacenamiento, transporte y distribución, así como para la compra de los combustibles que el país necesita.
“Trabajamos para que los ajustes reflejen la realidad de los mercados internacionales, más del 90% del precio está determinado por factores externos, como los precios mundiales del petróleo, impuestos y otros componentes establecidos por ley”, recordó Karla Montero, presidenta de Recope.
Con este ajuste, los costarricenses verán alivio en el diésel y el gas.