Period. Shionny Porras Moya
Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas
Jefa
Aprovechando el artículo del señor Eugenio Porras, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos «El fiasco, RECOPE y los biocombustibles», del 24 de julio, consideramos necesario aclarar que los cincuenta millones de dólares de que habla en el artículo, no son una pérdida sino que, en la industria, la inversión en estudios previos al desarrollo de cualquier proyecto son fundamentales para la toma de cualquier decisión y no hacerlos sería irresponsable.
En segundo término, refiriéndose al proyecto de la refinería, habla de trasgresión a principios legales, éticos, ambientales y técnicos, sin demostrarlo, ya que hasta el momento no existe una acusación formal o más aún, ningún fallo que le pueda dar valor a una afirmación de este tipo.
Sobre todo cuando se sustenta lo dicho en cosas que no son reales, pues en ningún momento se ha dado un traslado de bienes estratégicos a terceros como se indica. Lo único que la Contraloría General de la República ha objetado es que el estudio de factibilidad lo realizó Huanquiu, que aparece como subsidiaria de CNPCI, por el sistema legal que opera en China para las empresas estatales, pero nunca se ha mencionado nada sobre inconsistencias o carencia de rigor científico, en los estudios.
Para subsanar este punto, RECOPE procederá a contratar un nuevo estudio de factibilidad, mientras se sigue trabajando en el planteamiento de una estrategia de desarrollo o plan B, que contempla una propuesta integral de distribución de combustibles.
Apunta el señor Porras, como uno de los mayores yerros, la pérdida de oportunidad en buscar una solución a las necesidades mediante investigación e inversión en biocombustibles; otra afirmación carente de sustento, por cuanto en este tema RECOPE ha avanzado en forma importante y cualquier nueva estrategia que se proponga tomará en cuenta tanto el plan nacional de biocombustibles en marcha, como la incorporación de nuevas alternativas, entre ellas el Gas Natural y el hidrógeno.
En este mismo sentido valoramos y acogemos las sugerencias que plantea como presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos, de estudiar la opción de una bio-refinería, para lo cual le invitamos a aportar la información pertinente que se ofrece en el artículo, a fin de que sea valorada por los técnicos que están analizando en este momento diferentes escenarios en los que se podría trabajar a futuro.
Si le reiteramos que al igual que para cualquier proyecto una propuesta de este tipo requiere de inversión en estudios previos, que no pueden valorarse como pérdida, pues son el insumo fundamental para determinar si la inversión en infraestructura y desarrollo agrario, al apostar por los biocombustibles, le asegura al país la preocupación que también compartimos de procurarnos mayor seguridad energética y cuidado del ambiente, con una visión de futuro.