- Más denuncias, más allanamientos y mejores controles han permitido frenar un delito que por años golpeó la seguridad energética del país.
El robo de combustibles en Costa Rica muestra una caída sin precedentes en este 2025, luego de varios años en los que la sustracción ilegal de hidrocarburos se convirtió en una de las principales amenazas para la seguridad energética nacional.
Durante agosto de este 2025, los delincuentes lograron sustraer 23.000 litros de combustible, frente a los 798.000 litros robados en el mismo mes del 2023 y los 518.000 litros extraídos en agosto del 2024.
En la comparación anual, la mejoría también es contundente, ya que se pasó de 4 millones de litros robados entre enero y agosto del 2023, a 3,1 millones en el 2024 y en este 2025 se llegó a 2,1 millones, lo que evidencia una tendencia sostenida a la baja.
Este logro responde a una estrategia integral liderada por Recope, que invirtió en capacitación de su personal especializado y en tecnología de punta para proteger su infraestructura, al tiempo que elevó su participación en investigaciones y operativos conjuntos con autoridades judiciales y policiales para desarticular redes criminales.
La ofensiva también ha tenido un efecto social, ya que se registra un aumento de denuncias a la línea 1-0-0-2, lo cual confirma que la ciudadanía se suma a la lucha contra este delito.
“Las cifras confirman que vamos por el camino correcto. El robo de combustibles ya no es tolerado en Costa Rica y los números lo reflejan. Cada metro cúbico que dejamos de perder representa un triunfo para la seguridad energética y para todos los costarricenses”, aseguró Karla Montero, presidenta de Recope.
Con esta ofensiva, Recope no solo frena el riesgo para la seguridad de las comunidades y el suministro energético nacional, sino que también envía un mensaje contundente a las organizaciones criminales: la lucha es constante, frontal y sin tregua.
De mantenerse la tendencia, el 2025 cerraría con una de las cifras más bajas de robo de combustibles en la última década, un escenario que hasta hace pocos años parecía inalcanzable y que hoy se convierte en motivo de orgullo para Recope.