Corría el año de 1963, exactamente el día 28 de junio, cuando se proclamó a RECOPE como la primera industria nacional dedicada a la refinación y producción de combustibles derivados del petróleo. A partir de ahí, la empresa ha trabajado arduamente para distribuir ininterrumpidamente combustible a todo lo largo y ancho del territorio nacional, tratándose tanto de los productos de mayor consumo, gasolinas o diésel, como de las emulsiones asfálticas; cumpliendo para todos los casos con estrictas normas de calidad, que han contribuido al mejoramiento ambiental.
Con el protocolo de Kioto firmado en 1997, los países comenzaron a desarrollar metodologías para disminuir los daños causados al medio ambiente y Costa Rica no ha sido la excepción, explorando nuevos procesos que involucren mantener un balance con el ambiente. Así por ejemplo, en el caso del diesel, desde 1996 se inició un proceso paulatino de disminución del azufre, principal causante de la lluvia ácida; lo mismo sucede con las dos gasolinas que se venden en la actualidad, en las que se eliminó desde los años noventa el uso del tetraetil plomo, un compuesto químico organometálico altamente tóxico para el sistema nervioso central y circulatorio del cuerpo humano.
EMULSIONES Y MEDIO AMBIENTE
En este artículo, me adentraré en el tema de las emulsiones asfálticas y su aporte al medio ambiente. Las emulsiones asfálticas están constituidas por una dispersión muy fina de asfalto en agua, estabilizada por acción de un emulsificante. Son muy utilizadas en la construcción y mantenimiento de carreteras. Su uso origina una menor contaminación al ambiente porque se emplea el agua como solvente y no solventes orgánicos que se evaporan a la atmósfera.
Para que el asfalto conserve sus propiedades adherentes, es necesario que la emulsión se rompa y que se evapore el agua. De acuerdo con la velocidad de ruptura, las emulsiones se clasifican en emulsiones de rompimiento rápido, medio o lento. En Costa Rica se venden por lo general, de rompimiento rápido, pero por pedidos especiales también se fabrican de rompimiento lento.
Ahora bien, la ruptura de la emulsión comienza cuando ésta entra en contacto con el agregado al mezclarse y cuando se coloca sobre el pavimento, debido a la separación que existe entre el agua y el asfalto por medio de la evaporación. Dependiendo del tipo de emulsión, así se produce la reacción química: para una emulsión de rompimiento rápido ésta se da al momento de mezclarse con cualquier agregado, independientemente de su tamaño, mientras que una emulsión de rompimiento lento posee mayor afinidad para mezclarse con agregado fino.
Una emulsión asfáltica se compone de asfalto, agua, ácido o base, agente emulsificante; que puede ser catiónico o aniónico, dependiendo del tipo de emulsión a fabricar. La concentración de hidronio en una emulsión es muy importante y se determina por el pH, si se fabrica una catiónica, se requiere agregar ácido porque se necesita un pH bajo, si es aniónica, se agrega una base para elevar el pH.
Por lo tanto, las emulsiones asfálticas se clasifican en aniónicas y catiónicas. En la actualidad, en el país se fabrican únicamente las catiónicas debido a las características del agregado pétreo*, que es el que se emplea en Costa Rica. La producción de emulsiones se realiza en el plantel de RECOPE localizado en El Alto de Ochomogo.
INCORPORACIÓN DE RESIDUOS
Existen residuos industriales cuyo uso podría favorecer estas mezclas. Por ejemplo, actualmente, Recope posee una planta de producción de biodiesel, en ella se obtiene además de biodiesel, la glicerina como producto secundario, que al estar mezclada con metanol, agua, trazas de metales como sodio, potasio, calcio y magnesio, no tiene una aplicación industrial hasta el momento. Por medio de un acercamiento que se ha tenido con la Escuela de Química de la Universidad de Costa Rica, se le expuso el caso y las condiciones en las que se encuentran estos residuos, lo que despertó interés ya que en el país hay varios productores de biodiesel que presentan este mismo caso.
De forma experimental en estos momentos se están mezclando estas glicerinas con asfalto con el fin de incorporarlo en la fabricación de emulsiones asfálticas y se espera obtener resultados que permitan conclusiones alentadoras para así, continuar con este proyecto, que permitiría un adecuado uso de estos subproductos.
Otras alternativas que se han planteado sobre modificaciones que se pueden sumar al proceso de fabricación de emulsiones, son el uso de polímeros como bolsas plásticas compuestas de polietileno de alta densidad, así como también el caucho molido en el asfalto, propiciando una reutilización de estos desechos.
Es preocupante saber que solamente en el año 2002 se produjeron en todo el mundo de 4 a 5 billones de bolsas de plástico; en el 2008 se estimó que el volumen total de bolsas de plástico producidas ascendió a 3,4 millones de toneladas. Muchas de estas se fabrican con plásticos muy difíciles de degradar; llegando a hacer daño a varios tipos de especies de animales pues se han encontrado que muchos mueren al ingerirlos o porque quedan enredados en el plástico.
Por su parte, el consumo mundial de caucho natural para 2010 fue aproximadamente de 10,2 millones de toneladas, de las cuales el 73% se utiliza en la producción de llantas, sin tomar en cuenta la producción de los cauchos sintéticos. Por su parte la producción mundial fue muy cercana a los 9,9 millones de toneladas en 2010.
Lo positivo es que el uso del polietileno y del caucho en las emulsiones asfálticas permiten reducir la susceptibilidad térmica del asfalto residual y mejorar las propiedades mecánicas y de adherencia.
Todos estos esfuerzos buscan que las próximas generaciones tengan un lugar mejor donde vivir; yo desde mi posición espero poder dar mi mejor esfuerzo por mejorar el ambiente, y usted, ¿qué hace para conservar el medio ambiente?
* Pétreo: materiales sólidos e inertes que cuentan con una granulometría específica para nuestro caso y se mezclan con los ligantes asfálticos para conformar el firme de las carreteras.
