
Recope mantiene una situación financiera sólida. Así queda plasmado en la presentación de sus estados financieros auditados, donde se confirma la fortaleza económica de la empresa.
Los resultados revelan que la empresa logró una mejora significativa en comparación con el 2023. Esto se da en paralelo con una rigurosa disciplina económica, que se refleja en el cumplimiento de sus compromisos tributarios y parafiscales.
Solo en el 2024, Recope transfirió al Ministerio de Hacienda más de ₡618.306 millones por concepto del impuesto único a los combustibles, un tributo que financia importantes programas sociales del Estado, como infraestructura vial, salud y educación. Adicionalmente, la empresa aportó a otras entidades públicas mediante transferencias establecidas por ley, como el aporte a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
La presidenta de Recope, Karla Montero, destacó el compromiso de la empresa con una gestión transparente y orientada al servicio público.
“Estos resultados reflejan un esfuerzo continuo por administrar con eficiencia los recursos del Estado. En Recope generamos valor social, administramos de manera eficiente el Sistema Nacional de Combustibles (compuesto por terminales de almacenamiento y distribución, estaciones de bombeo y el poliducto) y contribuimos directamente con el bienestar de la ciudadanía”, manifestó Montero.
Los estados financieros, auditados por la firma Carvajal & Colegiados, recibieron una opinión limpia, lo que refuerza la transparencia de la información financiera presentada.
A este panorama se suma la ratificación de la calificación de riesgo con perspectiva estable por parte de Fitch Ratings, lo que reafirma la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones financieras. La calificadora destacó la posición estratégica de Recope en el sector energético, así como la estabilidad de sus ingresos y su capacidad operativa.
En cuanto a su visión de futuro, Recope ha destinado importantes recursos no solo a proyectos de ampliación de capacidad operativa, sino también a iniciativas orientadas a reforzar la seguridad energética. Estas inversiones incluyen mejoras en infraestructura crítica como tanques, cargaderos, esferas de gas y sistemas de monitoreo, además de un robusto proceso de renovación tecnológica tras un ciberataque que obligó a reconstruir su red informática en tiempo récord.
Protección del poliducto y combate al robo de combustibles
Uno de los pilares de esta estrategia de seguridad es la protección del poliducto, infraestructura clave para el trasiego de combustibles en el país.
La visión y las inversiones realizadas por esta administración, permitieron reducir el número de tomas ilegales en comparación con el mismo periodo del 2024.
En el primer cuatrimestre del año pasado se intervinieron 51 tomas ilegales, mientras que en el mismo periodo de este año fueron 26, lo que refleja una reducción del 50%.
Este resultado positivo fue obtenido gracias al intenso trabajo de Recope y a la coordinación con otras autoridades, muestra de que se mantiene una lucha constante contra el robo, transporte, almacenamiento y venta irregular de combustible en todo el país.