En el 2021, la cantidad de productos terminados y semiterminados que llegó al país sumó los 20.9 millones de barriles, gracias a la logística de importación de RECOPE. El 95% de estas compras viene de los Estados Unidos de Norteamérica, del área de Costa del Golfo, donde se ubica el mayor centro de producción y comercialización de combustibles para América Latina, por lo que es nuestro mercado natural.
Una cuarta parte de la capacidad de refinación de Estados Unidos de América (EE. UU.) está concentrada en pocas refinerías que aprovechan economías de escala y logran así costos decrecientes por barril. Algunas con la ventaja de la integración vertical de actividades de exploración y producción, que les permite el control de su volumen de reservas para reducir costos.
Sin embargo, producto de la pandemia, en los últimos años el número de refinerías en Estados Unidos disminuyó de 158 a 141 en 2020 y a principios de 2021, sólo 129 refinerías estaban en funcionamiento ya que varias permanecían inactivas debido a la disminución sustancial que se dio en la demanda de combustibles.
A esto se sumó, el creciente interés del mercado en la producción de diésel renovable y los planes para reducir o reconfigurar las refinerías de petróleo, todo lo cual contribuyó al cierre de muchas refinerías en 2020.
A lo largo de 2020 y 2021 se cerraron aproximadamente 1,5 millones de b/d de capacidad de refinado en EE.UU. debido a la caída de la demanda.
Sin embargo, dados los últimos acontecimientos la perspectiva ha cambiado para la industria de refinación en ese país. Cabe destacar que esta década, esta nación se había convertido en un exportador neto de hidrocarburos derivados. La capacidad de refinación en EE UU antes de la pandemia venía aumentado, el promedio pasó de 16.5 millones de barriles por día a 18.8 MMbd en 2019.
Actualmente las mayores refinerías de EE.UU. están retomando proyectos de capital que podrían aportar cerca de 350.000 b/d de capacidad de procesamiento de crudo a la cartera de refinado de EE.UU. para finales del 2023, compensando parcialmente el efecto de los recientes cierres en la industria.
La guerra cambió las perspectivas
Las repercusiones de la guerra en Ucrania han complicado el comercio de varias materias primas en los últimos meses, y las existencias de productos refinados en EE.UU. y Europa han disminuido tras las sanciones a las exportaciones rusas.
Los márgenes de refino de la costa del Golfo de EE.UU. en mayo fueron, en promedio, más del doble de los niveles de hace un año.
El sistema de refinado de EE.UU. no tiene mucha holgura para responder. Muchos proyectos que habían sido anunciados antes de 2019, fueron pospuestos por las restricciones relacionadas con el Covid-19, pero ahora han adquirido una nueva importancia en vista de la estresada capacidad de refinado estadounidense como resultado de la baja inversión en la ampliación de la capacidad.
Entre las compañías que están retomando proyectos de inversión se encuentra Valero que es un proveedor importante para Costa Rica y está dirigiendo su propio proyecto de expansión en Texas, con planes para poner en marcha una unidad de coquización retardada y recuperación de azufre de 55.000 b/d a partir de la primera mitad del próximo año en su refinería de Port Arthur, de 395.000 b/d. El proyecto aumentará la capacidad de procesamiento de crudo pesado y residual de la instalación.
Las otras dos son ExxonMobil con una expansión en su refinería de 369.000 b/d en Beaumont, Texas y Marathon Petroleum en su refinería Galveston Bay de 593.000 b/d, en Texas y el proyecto STAR para integrar la refinería Texas City que compró a BP en 2012 con otra refinería en la misma ciudad que la empresa ya posee de 1.500 millones de dólares y cuyo objetivo es añadir 40.000 b/d de nueva capacidad de procesamiento de crudo y ampliar las capacidades de producción de aceite residual de la instalación, lo cual espera completar el próximo año.
Las refinerías de EE.UU. que participan actualmente en estos proyectos prometen incorporar adicionalmente unos 208.000 b/d de capacidad de procesamiento de diésel renovable (RD) entre este año y 2024. Valero, Marathon, Phillips 66, PBF Energy y HF Sinclair han anunciado recientemente inversiones de este tipo por valor de 5.000 millones de dólares, y los proyectos de combustibles renovables absorben la mayor parte de los planes de inversión de algunas de estas empresas.
NOTICIAS RELEVANTES DE LA SEMANA
El embargo europeo al petróleo ruso que va a aplicarse a partir de los próximos meses reducirá el crecimiento de la zona euro en «algo más de medio punto» en 2023. Además, tendrá un efecto adicional sobre la inflación, que subirá 1,25 puntos más si se compara con la que habría el año próximo. La OCDE ha reducido sustancialmente las previsiones para la economía mundial, que crecerá un 3 % este año en lugar del 4,5 % que auguraba en su anterior informe de comienzos de diciembre.
Las existencias de gasolina en Estados Unidos cedieron en 800.000 barriles en la semana, a 218,2 millones de barriles, dijo la EIA, en comparación con las expectativas de los analistas en una encuesta de Reuters. Las reservas de destilados, que incluyen diésel y combustible para calefacción, aumentaron en 2,6 millones de barriles en la semana, a 109 millones de barriles, frente a las estimaciones de un aumento de 1,1 millones de barriles, según mostraron los datos de la EIA.
El precio de la gasolina, el diésel o el queroseno se encuentra en máximos históricos en buena parte del mundo y aunque se produjese más petróleo (algo que sería sin duda positivo para rebajar los precios), las refinerías no tienen a día de hoy capacidad para procesar más crudo y convertirlo en combustible (están trabajando ya casi al máximo de su capacidad). Ese es el gran cuello de botella que puede desembocar en una auténtica escasez de combustible este verano según informe de la AIE.
Más de 10.000 millones de dólares se poyectan invertir en desarrollos petrolero y gasíferos del Mar del Norte aprovechando una exención fiscal sobre el impuesto único que se introdujo el mes pasado para los operadores de crudo y gas que obtuvieron ganancias descomunales por el aumento de los precios de la energía. El tributo tiene como objetivo recaudar 6,3 mil millones de dólares para ayudar a financiar y compensar el alza de las facturas de los hogares.
